Hoy Montevideo no es el mismo de cuando recién me vine, hoy Montevideo no es el lugar de escapatoria.
Hoy camino por sus calles y no es sólo mugre, muchedumbre de gente, y claramente marcadas las diferentes clases sociales…
Hoy no es sólo un lugar que me queda grande, raro, extraño como cuando recién me vine…
Hoy Montevideo es mucho más que eso, es el lugar que elijo para vivir… ya no me queda tan grande, ya no me resulta tan raro, y ya no es un lugar extraño… aunque me sorprende cada día, cada vez que salgo a la calle y hay una nueva realidad por descubrir… es eso lo que hace que sea un lugar lleno de magia… que me llena de adrenalina cada vez que camino por sus calles…
Hoy puedo apreciar cosas que antes había dejado pasar de largo… puedo mirarlas detenidamente y descubrir que en cada lugar hay un misterio esperando ser sacado a la luz…
Hoy me resulta tan raro amar tanto un lugar y que no sea en el estuve 18 años de mi vida, que en un año me haya cambiado tanto la manera de ser y de pensar…
Hoy Montevideo, con su carnaval, me sorprende al disfrutar de cada tablado, cuando miro a mis alrededores y veo que para tanta gente es tan normal… y me resulta tan raro pero a la vez tan mio, aunque haga tan poco que formo parte de ello… porque a pesar de todo lo malo que puede estar pasando en ese momento la luna está brillando, como cada traje de cada persona que sólo busca que de cada boca brote una sonrisa…
Y los veo ahí… “bailoteando” (jaja)… y me siento tan rara… siento que la sangre me corre más rápido de lo normal, siento que en una noche hacen 5, 6 veces las cosas que yo con una en el año me llenaba de alegría, de algo que no se puede describir… que solo hay que vivirlo para saber lo que se siente, porque es un sentimiento único… es el ensayar prácticamente un año entero haciendo lo que realmente te gusta simplemente para colmar las expectativas de todas las personas que están del otro lado.
Montevideo reúne cosas que la gente pasa por al lado desapercibida…